Lo que más me sorprendió de este encuentro de 700 participantes de todo el mundo, fue la representación Colombiana. En el contexto peruano al cual estoy acostumbrado, hubiera esperado un número significativo de universitarios en diversas carreras, galardonados por su liderazgo y renombre de carreras profesionales y/o maestrías. Sin embargo, para mi grata sorpresa, la mayoría de jóvenes líderes colombianos venían del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), es decir, estudiantes de carreras cortas técnico-productivas de 2 a 3 años en promedio. Este servicio estatal le permite a Colombia llegar con carreras cortas de educación a todos los rincones urbanos y rurales del país, o como me dijeron los participantes "donde solo llegar SENA y el aire". Y el nivel de conocimientos y liderazgo que noté en estos jóvenes fue muy gratificante, pues tuve conversaciones muy interesantes y aprendí mucho de sus perspectivas como futuros profesionales. Varios de ellos inclusive mostraron interés en venir al Perú para hacer un "trabajo voluntario para ayudar".
Fuente: CEDRO, proyecto Juventud Ayacuchana |
Entonces, me sorprende que la discusión en educación peruana se centre únicamente en las universidades. ¿No son acaso los institutos técnicos superiores quienes aportan la mayor parte de la población económicamente activa necesaria para un desarrollo descentralizado? ¿Por qué querría una localidad en Ayacucho o Apurímac llenarse de abogados o economistas, cuando lo que necesita urgentemente son más técnicos comerciales, informáticos o agrícolas para conectar la agricultura a los mercados y a su población? y quienes por cierto ganarían buenos salarios, gracias a la demanda que se tiene por sus servicios (ojo: no estoy diciendo que no sean necesarios abogados o economistas, solo que la demanda en estas zonas es proporcionalmente menor, es más, yo mismo soy Economista). Urgente es entonces empoderar estos espacios educativos con mejor infraestructura (servicios básicos, internet, equipos de cómputo, etc), así como potenciar los programas de calidad educativa en herramientas modernas y conectar a estos centros con el empresariado (multinacionales o locales), quienes buscan desesperadamente personal local a quien capacitar para expandir sus negocios. Los programas estatales de empleo y producción, así como las ONGs y/o proyectos privados de responsabilidad social deben priorizar la transferencia de metodologías y currícula a estos centros, y no solamente darles ese valor agregado mientras dure su proyecto.
Si seguimos retrocediendo, nos daríamos cuenta que es en realidad la educación primaria y secundaria la que requiere mejoras urgentes, pero ya es una problemática ampliamente conocida.