| Foto: http://goo.gl/fo7Wa |
Imagínate estar compuesto por piezas o fichas, algo así como legos o las piezas de un rompecabezas. Tomemos para este ejemplo una gran figura humana compuesta por piezas de lego. Tienes piezas de distintos colores y tamaños, todas han sido cuadradas y están perfectamente ajustadas entre ellas. La unión de todas estas han generado figuras bellísimas (tú mismo) y eres capaz de moverte sin temor a deshacerte.
Pero entonces viene una mano y (pum!) saca una de las piezas. Nada grave, es solo una pequeña pieza y puede ser puesta en otra parte, ademas las anteriores siguen fuertemente unidas. Pero viene otra mano (llamémosla ahora "estímulo"), vuelve a sacar otra pieza y la mueve a otra parte. Y viene otra mas, y luego otra, etc. Luego de varias semanas, te das cuenta que muchas piezas se han movido, y tienes temor de deshacerte o de adoptar una forma que ya no será bella.
Sin embargo asimilas que sigues aún en pie y que eres capaz de seguir moviendo piezas y encontrar otras maneras de moverte. Ademas recuerdas que fue por tu decision que esos estímulos tuvieron el permiso de mover esas piezas. Y sigues andando, y sigues disfrutando, con mas inseguridad por momentos, y con mas alegria y tristeza por otros. Todo se hace relevante. Seguramente el nivel de estímulos disminuirá después de un tiempo y algunas piezas volverán a su lugar original, pero otras se quedarán en su nuevo lugar y así seguiras evolucionando como persona. Con nuevos talentos y defectos por explorar.
Si alguna vez pasas por esto: reconócelo, no temas de reflexionar en ello y disfrutarlo.
